Desde hace ya algún tiempo vengo notando un cierto menosprecio hacia los que utilizamos Blogger como plataforma para expresar nuestros pensamientos. Así que reflexionando un poco sin querer sobre el tema, he pensado que quizá es buen momento para alzarme en su defensa y hablar con propiedad (desde mi humilde opinión), ya que conozco ambas herramientas, tanto desde lo profesional como desde lo particular. Además, como ahora estamos en pleno apogeo del social media, no está de más hacer una retrospectiva a los orígenes.
Intentaré argumentar lo mejor posible los motivos que me llevaron a utilizar Blogger en lugar de WordPress, así como los motivos por los que aún sigo usándolo en lo que ya viene siendo una trayectoria de varios años. Pero precisamente para ello me tengo que remontar a mis inicios.
Debo admitir que tomar la decisión inicial fue bastante sencilla, desconocía que existiera WordPress, su difusión por aquel entonces no era tan alta como ahora. Así pues, pude crearme un blog en cuestión de minutos durante un seminario en Barcelona, teniendo en cuenta que mis nociones sobre Blogger por aquel entonces se reducían a lo que me había comentado una vez un amigo. Justamente eso fue lo que me llamó la atención, la sencillez para alguien con pocas nociones sobre el tema.
Curiosamente, este blog se quedó parado durante largo tiempo desde aquel momento, tiempo en el que profesionalmente me sumergí, entre otras cosas, en el mundo de los CMS. Y es ahí donde tuve el primer contacto con WordPress, que lo percibí como una herramienta muy potente y con grandes posibilidades, muy diferente a lo que había visto en el mundo del blog.
Después de este periodo, que me sirvió para contemplar las extensas posibilidades que hay en la red, continué con mi blog paralelamente para volcar algunos conocimiento adquiridos y trastear un poco en las posibilidades que ofrecía.
A cada paso con WordPress, daba otro con Blogger y comencé a ver que también se podían hacer grandes cosas con éste. La diferencia radicaba en que si bien uno estaba previsto para que las modificaciones en la estructura del blog fueran el pan de cada día, el otro permitía hacerlas también, aunque quedaban en un segundo plano, ya que requería unos conocimientos más profundos del código.
WordPress rompió la baraja, porque permitía hacer lo mismo que Blogger, implementaba funciones que ya eran más propias de una web y además facilitaba la personalización de aquellos aspectos que eran tediosos modificar. Incluso permitía la instalación de la herramienta en un servidor propio, toda una joya que ensombrecía a Blogger. Entonces se lanzaba la pregunta ¿por qué seguir con uno cuando el otro hace lo mismo y mejor? Pero pocas veces se ha respondido a la cuestión y parece que, lo que comentaba al principio que venía notando, es una verdad universal.
Todo se basa en una sencilla cuestión: cuantas más cosas te permite hacer una herramienta, más cosas hay que saber hacer. Hasta ahora hemos supuesto que más es mejor, pero esto no siempre es así. Mis necesidades actuales se ajustan a lo que Blogger me ofrece, pero eso no significa que si en un futuro esta herramienta se me queda pequeña, necesite dar el paso a WordPress.
Y es que no creo que deba haber rivalidad entre ambos CMS, son dos herramientas que cumplen sobremanera sus objetivos, las dos diferentes. Esto es así porque el enfoque de ambos gestores está destinado a satisfacer algo muy concreto y que a veces pasamos por alto, que son las necesidades del usuario. Unos necesitarán más y otros menos, simple y llanamente, habrá que atender a cada caso concreto para poder tomar una decisión, no se puede generalizar.
Por último, aquellos que comparan calidad con el uso de una u otra herramienta, deben saber que en los blogs, la única herramienta que marcará la diferencia es uno mismo. Tener un blog con un diseño estupendo y un CMS multifuncional no hará que seas la leche escribiendo, sólo si haces contenido de interés, estas herramientas te ayudarán a acentuar la diferencia, pero nada más. Ésta es precisamente la gran ventaja de internet.
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