No se me ocurre un lugar mejor por donde empezar que explicando qué es y para qué sirve HTML, ya que éste estará directamente relacionado con la mayoría de los artículos que iré publicando con posterioridad en este blog. Lo vamos a ver de manera muy sucinta porque más adelante tendré ocasión de extenderme, así que aquí veremos un primer acercamiento a lo que considero, sin exagerar, que es el pilar fundamental sobre el que se asienta el desarrollo web.
Con el fin de que esta entrada pueda seguir siendo útil a día de hoy he decidido hacerle una revisión actualizando algunos puntos.
septiembre 2017
HTML (HiperText Markup Lenguage) nace a comienzo de los 90 de la mano de Tim Berners-Lee a la par que la World Wide Web. Si traducimos literalmente sus siglas nos encontramos con un lenguaje de etiquetas de hipertexto o lenguaje de marcado, que es como comúnmente se le conoce en países de habla hispana. Se trata de un estándar (relativamente sencillo) que mediante etiquetas nos permite organizar contenidos y crear la estructura que posteriormente será la web y que podrá ser legible mediante cualquier navegador (de ahí el propósito de estandarizar el lenguaje). Un lenguaje que se utilizará conjuntamente con CSS de manera posterior a la hora de desarrollar un portal web.
Cuando hablamos de lenguaje de etiquetas, nos referimos a que para la construcción de la web se deben usar éstas. Las etiquetas son palabras claves que van dentro de los signos ‘<‘ y ‘>’ y que al leerlas el navegador las reconoce e interpreta, como por ejemplo <body>, <strong> o <img>.
<!-- Con <h1> especificamos que el textos a continuación es un encabezado de primer nivel -->
<h1>¡Hola Mundo!</h1>Todo este código se introduce en un documento de texto plano y se guarda con extensión .htm o .html para que el navegador reconozca el archivo y lo interprete como una página web, dando color a los textos, mostrando imágenes, etc. El documento lo podemos hacer con un programa específico o sencillamente con el bloc de notas y renombrando la extensión .txt a .html.
Desde su creación ha habido múltiples versiones y tengo que matizar que si bien antes he hablado de que era un estándar que podría ser interpretado desde cualquier navegador, éstos no siempre han sido desarrollados para cumplir con las especificaciones de la W3C. Desde HTML hasta XHTML los desarrolladores web hemos pasado por un auténtico valle de lágrimas, ya que cada empresa desarrolladora ha usado sus propios criterios a la hora de interpretar estos lenguajes. No es hasta HTML5, la versión usada actualmente, que se ha alcanzado una auténtica conciencia por aplicar el estándar conjuntamente con CSS3 y ahora, salvo cosas muy puntuales, casi cualquier navegador interpreta del mismo modo una página web.
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